lunes, 8 de diciembre de 2008

RETALES PARASITOLÓGICOS (II)


Trypanosoma spp.
PARÁSITOS HEMÁTICOS

Infectan la sangre de animales domésticos. Hay especies pertenecientes a cuatro géneros, que los podemos dividir en dos grupos:

· Flagelados ( Trypanosoma y Leishmania) à Ambos son kinetoplástidos (poseen un kinetoplasto, que es una mitocondria especial, que se hace evidente al teñir las muestras). Trypanosoma se transmite mediante la mosca “tsé-tsé” y Leishmania mediante la “mosca de la arena” ( o “beatilla”).
· Apicomplejos (Babesia y Theileria), cuyos vectores infectantes son garrapatas.

(a) Trypanosoma

Se encuentra en la sangre de Rumiantes, conejo,… y en los tejidos de los animales vertebrados en general. Su morfología es característica, ya que tiene un cuerpo celular alargado, con el núcleo a la mitad. El kinetoplasto se tiñe y se aprecia en al inmediaciones de la inserción del flagelo (postnuclear). El flagelo surge de la zona posterior y se dirige a la parte anterior, asociado a una membrana ondulante.

Se debe realizar la muestra con sangre sin anticoagulante, extendiendo perfectamente la misma entre dos portas. Se desliza rápidamente el porta formando un ángulo de 30-45º, para que la extensión sea lo más fina posible.

La tinción con Giemsa:
- fijar la extensión durante 3 minutos con alcohol metílico o etílico absolutos;
-teñir con solución de Giemsa;
- lavar con agua destilada y secar.

Son parásitos extracelulares, por ello hay que buscarlos entre las células de la sangre. Tienen un aspecto más o menos sinuoso. A 100 aumentos se ven perfectamente. A 400 aumentos se identifica si la prueba es positiva o no.

Se dividen por fisión longitudinal; a veces pueden formar ovillos, porque no les ha dado tiempo a dividirse del todo.

Uno especial es el Trypanosoma equiperdum, que ha perdido el factor biológico, se va a los Équidos y se transmite de manera venérea. Tiene un aspecto granular.

Diagnóstico
- Mediante la historia clínica, los signos clínicos y la observación de las lesiones.
- Inmunodiagnóstico.
- Mediante la tinción de extensiones de sangre, improntas de ganglios linfáticos y de líquido cerebro-espinal.

b) Leishmania

Son amastigotes (cuerpo oval sin flagelo libre) en órganos del sistema retículo-endotelial (ganglios linfáticos, bazo, hígado, etc).

Un diagnóstico presuntivo en el perro sería el observar en una preparación corpúsculos ovalados muy pequeños, cuyo núcleo se tiñe, tienen kinetoplasto, un pequeño flagelo,… Para confirmar el diagnóstico hay que recoger una muestra de los ganglios, una biopsia del hígado, etc.

En resumen:
* Muchos macrófagos (cél. grandes). Dentro las Leishmanias.
* Núcleo circular teñido.
* Membrana celular bastante fina. Macrófagos no infectados, de color azul.
* Infectados à corpúsculos muy teñidos dentro de los macrófagos à son las Leishmanias. Cuando está repleta la célula, estalla y se infecta la célula sana.
* También se aprecian grupos muy numerosos teñidos que tapan a la célula hospedadora. Hay corpúsculos sueltos, tras romperse, extracelulares.
* Se ve con el objetivo de 10 (poco). Con el de 40 confirmamos el diagnóstico.

Diagnóstico:
- Signos clínicos y lesiones.
- Inmunodiagnóstico.
- Tinción de improntas de los ganglios linfáticos y médula ósea.

(c) Babesia

La babesiosis es una enfermedad infecciosa causada por un Apicomplejo que se localiza intracelularmente, dentro de las células sanguíneas (intraeritrocítico), no dentro de las células de la serie blanca.

Los zoítos de Babesia son muy característicos, ya que se muestran con morfología “piriforme” dentro de los GR, siendo de tamaño variable (reducidos o grandes); a veces es habitual que, al multiplicarse intraeritrocíticamente, no se dividan del todo, permaneciendo unidos dos hasta incluso cuatro zoítos. También podemos encontrarnos con Babesias irregulares, con formas de anillo,… Estos fenómenos suelen ocurrir cuando la multiplicación es muy elevada.

Los agentes más importantes que suele presentar el perro son Babesia gibsoni y Babesia canis, éste último poco frecuentemente en el gato. Es considerada una zoonosis, aunque no hay una especie de babesia propia de los humanos, las infecciones suelen provenir de contactos con los animales domésticos y de roedores. La transmisión se da por la picadura de garrapatas, aunque existen otros vectores como la picadura de mosca y las secreciones de los animales.

La clínica varía desde cuadros de carácter agudo a leves, incluso subclínica, por lo que la enfermedad puede pasar desapercibida. Clínicamente se observa:

* Fiebre * Decaimiento * Anemia * Ictericia * Anorexia
* Hepatomegalia y esplenomegalia * Signos respiratorios (disnea), vómitos, diarrea, coagulopatía, CID, dolor lumbar y síntomas neurológicos (convulsiones y ataxia).

El diagnóstico se lleva a cabo mediante el análisis del historial clínico y lesional, un análisis de sangre que permite identificar los parásitos dentro de los GR:
- Frotis sanguíneo (sangre de Car, Ov, Bo, Cap, Eq,…) y tinción con Giemsa.
- Estudios serológicos e inmunodiagnóstico.

(d) Theileria

Son también parásitos intracelulares. En este caso, cuando las garrapatas introducen los zoítos, entran en las células de la serie blanca, multiplicándose por esquizogonia o merogonia. De hecho, son esquizontes en linfocitos y merozoítos dentro de los eritrocitos.

Su ciclo posee tres fases:
· Fase linfoproliferativa: los esporozoítos inoculados por la garrapata van por vía linfática a parasitar linfocitos, que dan lugar a células hijas también infectadas Los linfocitos parasitados pueden ir vía linfática hasta situarse en otros órganos linfoides, diseminando la infección, pudiéndose detectar al final de esta fase en múltiples nódulos linfáticos, en las placas de Peyer, y en el tejido intersticial en pulmón.
· Fase de desorganización y depleción, donde se observa atrofia y necrosis linfoide. Hay destrucción y desorganización del tejido linfoide, originando una inmunosupresión.
· Fase hemoproliferativa y hemolítica: en ella, algunos esquizontes evolucionan hacia merozoítos, parasitando entonces a los eritrocitos. Como consecuencia habrá anemia e ictericia.
En caso de superar estas tres fases, el animal quedará portador del parásito, alcanzado un equilibrio entre su sistema inmune y el parásito que se podrá interrumpir volviendo al cuadro clínico inicial.

Clínica:
- Forma aguda y subaguda: transtornos sanguíneos,fiebre, anorexia, falta de apetito, debilidad, sialorrea, transtornos cardiacos y respiratorios, linfadenomegalia, agalaxia, muerte, etc. También transtornos a nivel renal.
- Forma hiperaguda: linfadenomegalia, fiebre alta, anorexia, agalaxia, transtornos respiratorios y cardiacos, convulsiones, debilidad extrema,… Suele causar la muerte en poco tiempo.

Diagnóstico:
- Mediante el análisis del historial clínico, signos y lesiones.
- Inmunodiagnóstico.
- Detectar macroesquizontes y microesquizontes en improntas provenientes de órganos linfáticos (como los ganglios o el bazo).

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